Hoy me he encontrado sin buscarlo con unos testimonios alegres, optimistas y llenos de buenas noticias. Testimonios de personas cansadas de escuchar como sube el paro, como aumentan los embargos, los indigentes, las ruinas.... Testimonios que aportan alegría, buen corazón, compañerismo y solidaridad. Testimonios como el de Mariano Gutiérrez, un taxista que en su día a día promueve las ganas de vivir, de seguir ayudando a los demás, de saber que es lo que realmente da sentido a la vida. Ofrece servicios gratuitos para gente no tiene un duro, carreras con conversaciones críticas, música a la carta, muñecos para que los niños jueguen durante el trayecto. Además, se dedica a repartir mantas a indigentes por las calles de Barcelona. Mariano pone en práctica cada día su idea de trabajar desde el corazón y tratar a la gente como si fuera de la familia.
Mariano dice que lo que hace falta es más calidad humana y tiene, desgraciadamente, mucha razón. En tiempos de crisis y de bonanza abunda el egoísmo en vez del altruismo, la superficialidad y el materialismo. Verdaderamente, tengo más de lo que necesito y paradójicamente, siempre necesito más.
En la medida en que podamos, en los pequeños detalles es donde podemos cambiar y ayudar.
Esto solo lo arreglamos entre todos.
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